miércoles, 5 de julio de 2017

CUMBRE DEL G-20 EN HAMBURGO


Las diecinueve principales economías del mundo se reúnen en Hamburgo, en la Cumbre del G-20, para discutir sobre la marcha de la globalización bajo el lema de “Forjar un mundo interconectado”.

El G-20, que sesionará en la ciudad alemana de Hamburgo, entre el 7 y el 8 de julio, es un relevante foro internacional que reúne a las 19 principales economías del mundo -esto no es exactamente así- que concentran los dos tercios de la población del planeta y el 80% de su rendimiento económico.

Al G-20 pertenecen la Unión Europea y 19 países industrializados y emergentes: Alemania, Arabia Saudí, Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Corea del Sur, Estados Unidos, Francia, India, Indonesia, Italia, Japón, México, reino Unido, Rusia, Sudáfrica y Turquía.

La presidencia anual rotativa tiene la posibilidad de invitar a otros países que no forman parte del G-20. España participa regularmente en el encuentro. Este año han sido invitados también Noruega, Holanda y Singapur, así como los presidentes de la Unión Africana, la Nueva Asociación para el Desarrollo Económico de África y el Foro de Cooperación Asia – Pacífico.

La Cumbre del G-20 también participan las siguientes organizaciones internacionales: el Fondo Monetario Internacional, el Banco Mundial, el Consejo de Estabilidad Financiera, la Organización de Cooperación y Desarrollo Económico, la Organización Mundial de la Salud, la Organización Internacional del Trabajo y las Naciones Unidas.

La Unión Europea es miembro de pleno derecho, representada por el presidente del Consejo Europeo y el presidente de la Comisión Europea, junto con cuatro de sus Estados miembros: Alemania, Francia, Italia y el Reino Unido. Además, España es invitado permanente del Grupo y los Países Bajos son país socio.

La Unión Europea dispone de su propio asiento en la mesa del G-20 por ser uno de los principales agentes económicos mundiales, con competencias específicas en el ámbito del comercio, la política económica, la regulación de los mercados financieros, el desarrollo, la energía y el cambio climático.

El G-20 se reúne una vez por año a nivel de jefes de Estado y de Gobierno. La presidencia rota entre los miembros del grupo por regiones. El Estado que tiene la presidencia del grupo es el encargado de organizar las reuniones a nivel ministerial y de expertos y organizar la Cumbre. Asimismo, el Estado anfitrión trabaja mancomunadamente con la presidencia anterior y la futura del grupo, conformando la denominada “troika”.

En esta ocasión, Alemania preside el Grupo, el año pasado fue China y el próximo año lo hará la Argentina. La presidencia del grupo es de vital importancia porque tiene la posibilidad de enfatizar y proponer nuevos temas de discusión en la agenda del mismo.

El G-20 comenzó sus sesiones a nivel de ministros de Finanzas, en 1999, y a partir de 2008, en un contexto de crisis financiera mundial, aumento de jerarquía para reunir a Jefes de Estado y de Gobierno con el propósito de incrementar la cooperación económica internacional y crear un ámbito para los contactos informales entre los principales dirigentes mundiales.

En sus orígenes, el G-20 tomó mayor relevancia y fue percibido como un órgano de coordinación necesario para mitigar los impactos de la crisis económica a nivel global. A la vez que controlar, monitorear y regular el sistema financiero en vistas a evitar un futuro desplome de los mercados, una nueva crisis y asimismo impedir el cierre del comercio internacional y una guerra de balanzas de pagos. Sin embargo, pese a la importancia asignada en aquellos años al grupo, esté fue perdiendo relevancia a medida que Estados Unidos se fue recuperando de la crisis económica y Europa buscaba salir de la misma a través de las instituciones europeas.

Sin embargo, el grupo continuó trabajando sobre la regulación del mercado financiero internacional, la cooperación de políticas comunes frente al cambio climático, el desarrollo y el combate a la evasión fiscal.

La presidencia actual del grupo ha decidido incorporar los siguientes temas a la agenda: políticas anti terroristas y políticas de migraciones y flujo de refugiados. No es casual que Alemania, país que tuvo la postura más firme dando asilo a más de doscientos mil refugiados, proponga la discusión de esta temática a nivel internacional. Al mismo tiempo, la lucha contra el terrorismo y su vínculo con los flujos migratorios está en plena discusión en diversos foros internacionales.

EL G-20 Y AMÉRICA LATINA

La Cumbre de Hamburgo tendrá una importancia especial para América Latina porque la región recibirá la responsabilidad de organizar la próxima reunión del Foro.

Lamentablemente, esta designación no encuentra a la región en un buen momento. La representación regional ha recaído en tres países: México, Brasil y Argentina, en un momento en que ninguno de ellos atraviesa por un buen momento.

México se encuentra en medio de una conflictiva relación con su vecino del Norte, gobernado por el temperamental e impredecible Donald Trump. El presidente Enrique Peña Nieto tiene un nivel de aceptación de tan solo el 17% entre sus gobernados y posiblemente sea sucedido en el cargo por un presidente opositor, el populista Manuel López Obrador.

Brasil, por su parte, enfrenta una doble crisis: económica y política. La economía brasileña pasa por una fuerte recesión sin que por el momento existan indicios certeros de cuando finalizará. Paralelamente, la clase política y el gobierno brasileño enfrentan, a partir del Lava Jato y las denuncias de la empresa Oderbrech, una crisis de corrupción que nadie puede predecir hasta donde llegará, ni de que forma o cuando se la podrá superar. Lo que restringe la aceptación internacional de su actual gobierno.

Tampoco Argentina está en un buen momento. El presidente Mauricio Macri busca revertir doce años de desgobierno populista corrupto que enajenó un PBI completo de las arcas del Estado argentino. Pero, aunque el populismo fue claramente derrotado en las urnas, en 2015, aún mantiene posiciones de poder en el Congreso, controla gobierno provinciales e importantes municipios en el Gran Buenos Aires, tiene a sus partidarios enquistados en la Justicia, los medios de comunicación y la administración pública.

Al mismo tiempo, la economía argentina padece recesión, inflación y atraso de las tarifas del transporte y los servicios públicos cuya actualización implica afectar el consumo de los sectores populares y potenciar la inflación.


Estas circunstancias negativas impedirán que, tanto la Argentina como los demás países de la región, puedan aprovechar debidamente esta presidencia del G-20 que ahora recae en un país latinoamericano.

No hay comentarios: