viernes, 13 de enero de 2017

MADURO SE PREPARA PARA EL GOLPE DE ESTADO


La designación de Tareck El Aissami como vicepresidente de la República Bolivariano de Venezuela y jefe del Comando Nacional Antigolpe es interpretado por los analistas occidentales como parte de la preparación de un golpe institucional que terminará con la ficción democrática en el atribulado país caribeño.

El 4 de enero pasado, el presidente Nicolás Maduro designó al gobernador del estado Aragua, Tareck Zaidan El Aissami Maddah, como vicepresidente de Venezuela. El Aissami será quién asuma la presidencia hasta 2019 si la destitución u otro motivo fuerzan a Maduro a dejar el cargo. Para reforzar el poder del nuevo vicepresidente, Maduro creó unos días más tarde -el domingo 9 de enero- un “Comando Nacional Antigolpe” destinado a reprimir a la oposición y crear un régimen de excepción que lo mantenga en el poder, aun asumiendo el costo internacional de abandonar toda ficción democrática.

El rol protagónico que ha adquirido rápidamente El Aissami, nos lleva a preguntarnos qué factores de poder están detrás de la designación de uno de los personajes más cuestionados del régimen chavista.

UNA FAMILIA MILITANTE

Tareck Zaidam El Aissami Maddah nació en la ciudad de Mérida, el 12 de noviembre de 1974, en el seno de una familia drusa musulmana originaria de la región de Jabal al-Druze, en la provincia siria de As-Suwayda próxima a la frontera con Jordania.

Sus padres son Zaidam Amin El Aissami El Musfi y May Maddah llegados a Venezuela en su juventud. La pareja tiene cinco hijos: Tareck Zaidam El Aissami Maddah (42), Haifa El Aissami Maddah (41), Feras El Aissami Maddah (36), Amin Obeida El Aissami Maddah (31) y Maja Madeleine El Aissami Maddah (23).

Su padre fue determinante en la formación que recibieron Tareck y sus hermanos. Zaidam Amin inculcó desde temprana edad a sus hijos los valores de la religión y cultura musulmana en una interpretación socialista, panarabista, antiisraelí y chií.

Oportunamente, Tareck se casaría con una joven drusa, Riada Rudy Aamer Maaz, para mantener la pureza étnica de su descendencia.

El padre de Tareck, Zaidam Amin El Aissami El Musfi era un activista político que firmaba sus escritos como “Carlos Zaidam”.

Curiosamente, Carlos Zaidam, combina en su ideario el islamismo yihadista y el activismo en el Partido Baaz Árabe Socialista de Irak, del cual su tío, Shibli El Aissami, fue asistente General del partido en Bagdad en tiempos de Saddam Hussein.

Curiosamente, el Partido Baaz también gobierno en Siria, bajo la presidencia de Bashar Al-Assad. Como es sabido el gobierno sirio es un firme aliado tanto de Irán, donde predomina el islam chií, como así también de Rusia.

Al parecer su religión chií y sus vínculos con Irán, no impidieron a Carlos Zaidam expresar en numerosas ocasiones su admiración por Osama ben Laden y la red Al Qaeda, que son suníes.

Carlos Zaidam envió a su hijo mayor a cursar sus estudios secundarios en el Liceo Militar Jáuregui, en La Grita, estado Táchira. Tareck El Aissami egresó, en el año 1992, como parte de la Promoción N° 40, con honores y muchos contactos entre los militares venezolanos.

Después de dejar el Liceo Militar, Tareck El Aissami, ingreso a la Facultad de Derecho de la Universidad de los Andes, donde también se graduó con mención magna cum laude y se especializó en derecho penal y criminal.

MILITANCIA POLÍTICA Y VÍNCULOS REVOLUCIONARIOS

Durante su etapa como estudiante universitario se incorporó a las filas del “Movimiento Estudiantil Utopía 78”. La militancia política estudiantil lo convierte, primero en presidente del Centro de Estudiantes de Derecho y luego de la Federación de Centros de Estudiantes. Esta fue la plataforma que los proyecto a la política nacional.

Siendo estudiante se vinculó al profesor Adam Coromoto Chávez Frías, el hermano mayor del comandante Hugo Chávez Frías.

Por ese entonces, Tareck El Aissami organizó una red de acogida y protección para miembros de las FARC que se refugiaban en Venezuela. En esta tarea conto con la colaboración de Hugo Cabezas, actual gobernador del estado Trujillo, con quien habría de compartir la dirección de Onidex. Los estudiantes venezolanos proveían a los guerrilleros colombianos alojamiento y documentos de identidad falsos.

Como presidente del Centro de Estudiantes, El Aissami tenía el control de los dormitorios estudiantiles, según fuentes de inteligencia, en algún momento de los 1.122 ocupantes del dormitorio, sólo 387 eran realmente estudiantes y más de 500 no tenían ningún vínculo con la universidad.

La vinculación de Tareck El Aissami con el chavismo es de larga data. Su padre, Carlos Zaidam resultó detenido por su participación en el intento de golpe de Estado organizado por Hugo Chávez, en 1992. Cuando el chavismo alcanzó la presidencia, en 1999, Tareck El Aissami formaba parte de la dirección de la juventud del Movimiento V República, que luego se transformaría en Partido Socialista Unido de Venezuela.

En 2003, el presidente Hugo Chávez designó al joven abogado, de 29 años, como jefe de la “Misión Identidad”, que tenía la responsabilidad de emitir documentos de identidad para todos los venezolanos. Esta designación lo convertía en director de la Oficina Nacional de Identificación y Extranjería -ONIDEX-. Desde ese cargo, El Aissami comenzó a proveer de documentos y pasaportes venezolanos a los guerrilleros colombianos y a agentes iraníes y a terroristas de la organización Hezbollah.

Pronto, el negocio se amplió y El Aissami aprovecho su cargo para vender documentos venezolanos a los narcotraficantes peruanos, paraguayos y colombianos. El Aissami habría vendido planchas para la impresión de células de identidad venezolanas no biométricas. El precio de dichas láminas habría sido de diez mil dólares el paquete de cincuenta láminas, más los datos necesarios para clonar eficazmente estos documentos.

La venta habría sido concretada a través de Albert Noguera, un venezolano ex funcionario de la ONIDEX, quien vivía en la Parroquia 23 de enero, en la ciudad de Caracas. Noguera habría sido detenido en varias ocasiones por funcionarios del SEBIN -Servicio Bolivariano de Inteligencia- en posesión de documentos falsos, siempre habría sido liberado por intervención de autoridades superiores.

Posteriormente, Tareck El Aissami ocuparía diversos cargos en el gobierno chavista, legislador en la Asamblea Nacional, viceministro de Seguridad Ciudadana, ministro de Relaciones Interiores y Justicia y gobernador del estado Aragua.

EL HOMBRE DE TEHERÁN

El nombre de Tareck El Aissami siempre aparece cuando se habla de las relaciones entre el gobierno de Venezuela e Irán. En especial cuando Hugo Chávez Frías incrementó las relaciones con Mohamed Khatami y Mahmoud Ahmadinejad.

El Aissami está también presente en la conexión entre PDVSA – Banco de Andorra – Irán que tráfico millones de dólares provenientes de las cuentas oficiales venezolanas. La revista brasileña Veja y el diario The Wall Street Journal vincularon a El Aissami con los misteriosos vuelos del Airbus 340 de la aerolínea de bandera venezolana Conviasa que cubre la ruta Caracas-Damasco-Teherán sale sólo dos sábados al mes y con una cabina de pasajeros semivacía desde los hangares del aeropuerto internacional Simón Bolívar. 

Aunque el vuelo se realiza sin ningún tipo de controles migratorios, las buenas relaciones entre Venezuela, Siria e Irán no son suficientes para llenar esta aeronave de 286 asientos, por lo que suele viajar con tan sólo 140 plazas cubiertas, en su mayoría, por funcionarios venezolanos, inmigrantes sirios y empresarios iraníes.

Tareck El Aissami habría jugado un papel central en las gestiones que Hugo Chávez habría realizado, poco antes de su muerte, ante el gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, para que Argentina retirara los pedidos de detención internacional de funcionarios iraníes.

En noviembre de 2007, la Asamblea General de Interpol dictó las "circulares rojas" para la detención internacional de cinco ex funcionarios de Irán y un libanés solicitadas por el juez federal argentino Rodolfo Canicoba Corral. Los pedidos de detención fue para los iraníes Alí Fallahijan, Moshen Rezai, Moshen Rabbani, Ahmad Reza Ashgari, Ahmad Vahidi y el libanés Imad Fayez Moughnieh, acusado de planificar el ataque a la AMIA, ocurrido el 18 de julio de 1994 y que dejó 85 muertos.

Los iraníes también habrían solicitado a Chávez intermediar para que la Argentina exportara a Irán tecnología nuclear. Según la revista brasileña Veja, tres desertores venezolanos pertenecientes al círculo interno de poder chavista, Venezuela se habría encargado de transferir a altos funcionarios argentinos dinero proveniente de Irán.

Por su parte, el diario español ABC afirmó que El Aissami está relacionado con Hezbollah. En enero de 2015, publicó una investigación en la que asegura que se reunió, en 2013, con Ghazi Nasr al-Dine, a quien el FBI incluyó en su lista de terroristas buscados.

Otras informaciones vinculan a Tareck El Aissami con el narcotráfico. El diario The Wal Street Journal publicó, en mayo de 2015, que la DEA había identificado a El Aissami como parte del llamado “Cartel de los Soles”, formado por militares chavistas, responsable de la exportación de cocaína colombiana rumbo a los Estados Unidos desde puertos venezolanos.

LA LARGA MANO DE TEHERÁN

Expertos occidentales en inteligencia, consultados para este artículo, opinan que en la designación de Tareck El Aissami como vicepresidente de Venezuela jugó un papel central la visita que, el 18 de agosto de 2016, realizó el canciller de Irán, Mohammad Javad Zarif, por América Latina que incluyó Chile, Bolivia, Nicaragua, Ecuador y Venezuela.

El Aissami es el hombre de confianza, tanto de Irán como de Cuba, y el encargado de una trama de coordinación y apoyo, tanto a las actividades de inteligencia como al apoyo que estos países brindan a diversos grupos de izquierda latinoamericanos, elementos terroristas islámicos y aún narcotraficantes.

Mohammad Javad Zarif habría negociado con Nicolás Maduro la designación de El Aissami, su hombre de confianza en Venezuela, como vicepresidente. Maduro aislado internacionalmente, acosado por la oposición venezolana que intenta destituirlo y en medio de una fuerte crisis económica no tuvo muchas opciones.

Para mantenerse en el poder debe disolver la Asamblea Nacional y suspender sin fecha cualquier tipo de elecciones. Esto aumentará considerablemente su aislamiento regional e incluso lo dejará expuesta a sanciones económicas.

Ante esa eventualidad, Maduro solo podrá contar con el apoyo que le brinden Cuba, Rusia, Irán, Bolivia, Nicaragua y Ecuador. Tareck El Aissami cuenta con fluidos contactos en la mayoría de estos países y con la confianza de sus dirigentes. Además, su designación al frente del “Comando Nacional Antigolpe” le da las herramientas necesarias para concretar el golpe de Estado final que termine con la poca democracia existente en Venezuela.

Esta posibilidad amenaza con convertir a Venezuela, aislada de la región,  virtualmente en una colonia iraní en América Latina abierta a la presencia de todo tipo de elementos desestabilizadores.






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