domingo, 31 de julio de 2016

ALECCIONADOR MENSAJE DE MOHAMED VI


Con motivo del decimoséptimo aniversario de su ascenso al trono de Marruecos, el rey Mohamed VI pronunció un trascendental mensaje que reúne al mismo tiempo las características de balance y hoja de ruta para el futuro del Reino magrebí.

EL DISCURSO
El sábado 30 de agosto, en conmemoración del decimoséptimo aniversario de su ascenso al trono, el rey Mohamed VI pronunció su tradicional discurso de la “Fiesta del Trono”.
Esta alocución anual presenta la versión marroquí de lo que en Occidente se considera el “discurso sobre el estado de la Nación”. Es decir, el balance anual de la marcha del Estado y la oportunidad en que un jefe de Estado realiza el señalamiento de los principales desafíos que deberá afrontar y las grandes metas que buscará consolidar la Nación en los próximos meses.
En esta ocasión Mohamed VI dedicó la mayor parte de su discurso para referirse a cuestiones de política interna del Reino.
LAS ELECCIONES LEGISLATIVAS
El primer tercio de la alocución, lo destino Mohamed VI a consideraciones sobre la forma en que deberán llevarse a cabo las próximas elecciones legislativas. Porque en Marruecos, a diferencias de otros estados del continente,  periódicamente el pueblo ejerce su soberanía a través de elecciones libres, democráticas y pluralistas.
El rey comenzó marcando su prescindencia e imparcialidad en los próximos comicios. Al “único partido al que me enorgullece pertenecer es Marruecos”, afirmo en forma categórica Mohamed VI.
Luego destinó algunos párrafos a una apelación a la responsabilidad cívica del electorado marroquí. Exhortó a los votantes a “elegir y pedir cuenta a los electos”. Y a votar siguiendo los dictados de sus conciencias, tomado en consideración solo los intereses de la patria y de los ciudadanos.
A los partidos políticos, el monarca les señaló que más que destinar sus esfuerzos a llegar al ejercicio del poder debían abocarse a nominar candidatos competentes que dieran evidencias de su probidad y responsabilidad en el servicio al ciudadano.
A las autoridades civiles les indicó su responsabilidad en que los comicios se desarrollaran en un marco de trasparencia e imparcialidad.
Concluyendo con una categórica advertencia a toda la clase política marroquí. “Basta ya de utilizar a la patria para saldar cuentas personales o para realizar estrechos intereses partidistas”, exhortó el monarca.
EL CAMINO AL DESARROLLO
Luego, Mohamed VI, al referirse a la marcha de la economía marroquí destacó, que pese a las dificultades relacionadas con el rumbo de la economía internacional, y a que el país no cuenta con recursos petroleros y gasíferos, eso no ha impedido que Marruecos viva actualmente un proceso de desarrollo sostenido y continuo, gracias al talento y esfuerzo de sus hijos.
Menciono como ejemplos de este desarrollo las inversiones realizadas por la firmar Peugeot, por empresas chinas en la zona industrial de Tánger y el complejo termo solar de Nour-Warzazate, el mayor emprendimiento de este tipo  del planeta.
En dos ocasiones, durante su discurso, el monarca mencionó como los principales socios comerciales del Reino a Francia, España, China, Rusia e India.
DESAFÍOS A LA SEGURIDAD
Un lugar importante ocupó en el discurso real la referencia a los organismos de seguridad. El monarca agradeció su eficiencia y dedicación en la lucha contra los terroristas en el marco del respeto a la ley, los derechos humanos y las libertades civiles.
En este campo, Mohamed VI, mencionó la necesidad de una mayor coordinación entre los organismos de seguridad y las Fuerzas Armadas Reales.
Finalmente señaló, un hecho que la prensa internacional suele omitir, que la cooperación de los servicios de seguridad marroquíes con sus homólogos de otros países amigos habían contribuido a frustrar numerosas operaciones terroristas y evitado enormes tragedias humanas.
LA MARROQUIDAD DEL SÁHARA
Como resulta lógico, el discurso del monarca también incluyó una referencia a la defensa de la marroquidad del Sáhara. En este aspecto Mohamed VI fue categórico al señalar: Continuaremos defendiendo nuestros derechos y adoptaremos las medidas necesarias para hacer frente a futuros deslizamientos. De igual modo, no cederemos ante ningún tipo de presión o intento de extorsión cuando se trate de una cuestión sagrada para todos los marroquíes. Sin embargo, Marruecos seguirá abierto y constantemente dispuesto al diálogo constructivo, con el fin de hallar una solución política definitiva a este artificial diferendo.”
En sus referencias a la política exterior de Marruecos, el monarca mencionó que, Marruecos cumpliría con sus promesas y compromisos con respecto a sus aliados históricos.
Destacó la pertenencia a Marruecos al Consejo de Cooperación para los Estados Árabes del Golfo y la reciente e histórica decisión del Reino de retornar al seno de la Unión Africana para de esta forma contribuir de modo más eficiente a solucionar los problemas que aquejan a las naciones del continente y contribuir a su desarrollo.
MARRUECOS EN EL MUNDO
El discurso de Mohamed V finalizó con el señalamiento de la contribución que hace Marruecos a cuestiones y problemáticas internacionales de impacto mundial.
Mencionó en este sentido, la presidencia que Marruecos ostenta –conjuntamente con Holanda. Del Foro Global contra el Terrorismo y la participación como organizador y país sede de la Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP 22) que tendrá lugar del 7 al 18 de noviembre de 2016, en la histórica ciudad de Marrakech.
Mohamed VI finalizó su alocución agradeciendo a Dios por que Marruecos sea hoy: “un espacio para obras de construcción y desarrollo, y un oasis de seguridad y estabilidad, a pesar de los obstáculos propios de un contexto internacional marcado por la sucesión de crisis y la escalada de tensiones.”

Como ocurre habitualmente con los discursos de la Fiesta del Trono, este texto será objeto de pormenorizados análisis de los expertos en política internacional tratando de comprender hacia donde marcha Marruecos para vislumbrar hacia donde irá África.

miércoles, 27 de julio de 2016

EL MUNDO ANTE UNA NUEVA GUERRA MUNDIAL


Los recientes hechos de violencia que sacuden al mundo, ponen en evidencia de que ha estallado una nueva contienda bélica de alcance global y características innovadoras.
LAS GUERRAS ANTERIORES
Los estudiosos de la guerra suelen señalar que una nueva guerra siempre se piensa como una continuación de la guerra anterior. Por lo tanto, para cuando los estrategas descubren que están frente a un fenómeno distinto, suele ser muy tarde.
Siguiendo con este razonamiento, una nueva guerra mundial se presentaría de una forma muy distinta a la que asumió la Gran Guerra (1914 – 1918) o la Segunda Guerra Mundial (1939 – 1940).
Incluso tendría características muy diversas de las que presentó la Guerra Fría que las sucedió. Podemos considerar que este último conflicto se inició oficialmente cuando Winston Churchill, el 5 de marzo de 1946, pronunció su discurso “Los pilares de la paz”. Discurso que la historia recuerda por su referencia al “telón de acero”. En esa ocasión el estadista inglés agradecía su investidura como doctor honoris causa.
Como fecha de finalización podemos tomar la “Caída del Muro de Berlín” (Muro de Protección Antifascista o Muro de la Vergüenza, según a cada uno de los bloques enfrentados), ocurrida el 9 de noviembre de 1989.
Este conflicto no se presentó como una guerra convencional (si es que puede haber algún tipo de convencionalismo cuando de guerra se trata) sino que se desarrolló a través de una serie ininterrumpida de “guerras por procuración”, bloqueos militares, presiones diplomáticas y económicas, embargos comerciales, guerras de inteligencia, golpes de Estado y toda otra forma violenta en que un Estado puede imponer su voluntad a otro.
Ahora bien, cabría preguntarnos si el fin de la Guerra Fría fue seguido por un periodo de paz. Evidentemente no fue así. Quizás, Francis Fukuyama se apresuró al anunciar que había llegado “el fin de la historia” o el presidente George Bush al proclamar que había nacido un “nuevo orden mundial”.
Lo cierto es que el orden mundial de la posguerra fría no fue menos violento que el precedente. Los conflictos bélicos, tanto inter como intraestatales, siguieron multiplicándose y cobrando la vida de miles de personas, especialmente en la región de Medio Oriente.
UN NUEVO INCENDIO
No obstante, la conflictividad global entro en una nueva fase, el 17 de diciembre de 2010, cuando Mohamed Bouazazi decidió inmolarse en una calle de Túnez para protestar contra el injusto régimen de Zine el Abidine Ben Alí. Había estallado la “Primavera Árabe”.
Las llamas que abrazaron el cuerpo de Bouazizi quemaron también el sistema político que sostenía la estabilidad de la mayoría de los gobiernos del Norte de África y Medio Oriente.
Entonces se sumaron al conflicto las potencias occidentales, Rusia y Turquía. La intervención internacional con tropas y bombardeos en defensa de sus intereses geopolíticos termino de conformar la tormenta perfecta.
Las chispas de ese incendio no se detuvieron allí. Focos de este siniestro comenzaron conmocionando a toda Europa. Hoy ese fuego se ha propagado por África y amenaza incluso al continente americano.
Los ataques de terroristas suicidas –actuando como “lobos solitarios”- se suceden en forma continua en países tan diversos como Francia, Bélgica, Israel, España, los Estados Unidos, Afganistán o Turquía.
Entonces la réplica del mundo desarrollado no se hace esperar y llega en forma de más tropas, bombardeos aéreos e incursiones de drones asesinos.
En ocasiones los atentados son frustrados poco antes de que se lleven a cabo. Como la red yihadista recientemente desarticulada en Brasil. No siempre las fuerzas de seguridad son tan afortunadas.
Los métodos terroristas cambian continuamente. Se iniciaron con atentados explosivos llevados a cabo por atacantes suicidas. Luego llegaron los tiroteos indiscriminados y hoy los terroristas pueden emplear cualquier medio para volcar su odio desde un hacha hasta un inmenso camión fuera de control.
También se modifican en forma constante los blancos elegidos. Ellos varían desde un aeropuerto rebosante de viajeros, a una iglesia en pueblo alejado de la campiña francesa. Sin olvidar todo tipo de espectáculo público que congregue a un gran número de potenciales víctimas.
Los terroristas no discriminan ni perdonan a nadie. Tanto cristianos como judíos y aún los mismos musulmanes de otra confesión o más moderados terminan siendo víctimas del fanatismo religioso.
Pese a que las víctimas se multiplican ninguno de los bandos muestra voluntad de ceder.
EL MUNDO EN GUERRA
Mientras que en algunos países del Norte de África y Medio Oriente cunde la anarquía y sus ciudades, convertidas en campos de combate, quedan prácticamente reducidas a escombros, en todas las naciones occidentales las sociedades se militarizan aceleradamente restringiendo las libertades de sus ciudadanos. Nos hemos convertidos todos en sospechosos. Estamos bajo vigilancia y casi en libertad condicional.
Pero aún falta más. Olas de inmigrantes provenientes de las zonas focales en conflicto se agolpan en las fronteras de los países occidentales poniendo a prueba a sus instituciones.
Lo más grave es que algunos de estos inmigrantes son portadores de infección yihadista y la difunden allí donde se establecen.
Además, las propuestas radicales, ahora difundidas a través de las redes sociales, siempre encuentran algún individuo descontento, un solitario o algún sujeto mentalmente inestable a quien seducir con sus cantos de sirena.
Es así como, por efecto colateral, por Occidente se expande la xenofobia, el racismo, la islamofobia y la paranoia colectiva.
El temor a este enemigo esbozado, que ataca de cualquier forma, en cualquier lugar y en cualquier momento, es el terreno fértil en que prosperan las más insólitas propuestas fascistas y los líderes extremos que saben sacar buen provecho de los miedos colectivos.
Quién pude negar en tal contexto global de violencia que el mundo no está viviendo una nueva guerra mundial.
Una guerra en que los bandos no resultan suficientemente claros. Tampoco existe certeza de cómo se definirá la contienda y mucho menos quién resultará triunfador.
Mientras tanto la gente sigue padeciendo el horror de la violencia injustificada y los gobiernos se muestran impotentes sin saber cómo enfrentarla con eficacia.
Algo es seguro en este nuevo tipo de guerra mundial de alguna manera todos somos combatientes y el campo de batalla está en las calles de nuestras ciudades.
Lo sepa o no, lo acepte o no, amigo lector usted ha sido llamado a filas para combatir en la tercera guerra mundial.




miércoles, 20 de julio de 2016

MARRUECOS RETORNA A LA UNIÓN AFRICANA


La histórica decisión de Marruecos de retornar al seno de la Unión Africana, después de treinta dos años de ausencia, marca el principio del fin para las aspiraciones de los separatistas del Frente Polisario sobre el Sáhara.

UNA DECISIÓN MUY MEDITADA
El 12 de noviembre de 1984, durante la XX Cumbre de la Organización de Unidad Africana, el rey Hassan II, tomó la dolorosa decisión de que Marruecos dejara de formar parte de esta organización internacional debido a que ciertas resoluciones adoptadas por la misma atentaban contra su soberanía en la región del Sáhara. No obstante, el entonces monarca marroquí aclaró: “Marruecos es africano y africano seguirá siendo, y todos los marroquíes continuaremos al servicio de África… estaremos en la vanguardia para preservar la dignidad del ciudadano africano y el respeto de nuestro continente…”
Recientemente, revisando esa decisión, el rey Mohammed VI ha enviado un mensaje a la 27-ª cumbre de la Unión Africana, que se celebra en Kigali, Ruanda, donde expresa la decisión de Marruecos de retornar a dicha organización.
En su misiva el monarca precisa: “Hace ya mucho tiempo que nuestros amigos nos piden regresar para estar con ellos, y para que Marruecos recupere el lugar natural que le corresponde en el seno de su familia institucional. Así pues, este momento ha llegado.”
“Tras pensarlo, nos ha parecido evidente que cuando un cuerpo está enfermo se cura mejor desde dentro que desde fuera.”
“El tiempo de las ideologías ha quedado atrás,” agregó Mohamed VI. “Nuestros pueblos necesitan hechos concretos y acciones tangibles. La geografía no se puede cambiar. Tampoco podemos substraernos al peso de la historia.”
“He aquí cuantos hechos abogan por que Marruecos deje de permanecer fuera de su familia institucional y pueda, de este modo, recuperar su lugar natural y legítimo en el seno de la Unión Africana. Actuando desde el interior, contribuirá a hacer de la misma una organización más fuerte, orgullosa de su credibilidad y aliviada de los oropeles de un período superado.”
“Con este regreso, Marruecos quiere continuar su compromiso al servicio de África, reforzando su implicación en todas las cuestiones que le preocupan.”
“De este modo, se compromete a contribuir de manera constructiva a la agenda y actividades de la UA.”
El mensaje de Mohamed VI fue saludado con beneplácito por diversas personalidades internacionales Así, por ejemplo, el presidente de Costa de Marfil, Alassane Ouattara, subrayando que Marruecos aporta mucho a ''la seguridad y la prosperidad'' del continente, dijo: "Estoy muy contento con el mensaje de SM el Rey Mohammed VI en el que ha tomado esa decisión de volver al seno de la Unión Africana''.
Por su parte, el presidente de Chad y presidente en ejercicio de la 27ª Cumbre de la Unión Africana, Driss Déby Itno, manifestó luego de escuchar el discurso del monarca marroquí: "Si Marruecos quiere volver, nadie puede rechazar su regreso".
La decisión de Marruecos ha despertado el beneplácito de la mayoría de las naciones africanas. Tras el mensaje de Mohammed VI, 28 países miembros han pedido suspender la membresía del seudo estado de la "República Árabe Saharaui Democrática" dentro de la organización panafricana.
La inteligente decisión del monarca marroquí contribuye a acelerar considerablemente la decadencia y el aislamiento internacional que sufre el Frente Polisario.

UN MARCADO AISLAMIENTO INTERNACIONAL

Recordemos a título ilustrativo que el supuesto Estado de la RASD nunca ha sido aceptado como tal por la Organización de las Naciones Unidas, ni por la Organización de la Cooperación Islámica o la Liga de los Estados Árabes. Tampoco pertenece a ninguna otra institución subregional, regional o internacional.
Para la RASD, el único ámbito internacional donde gozaba de cierto reconocimiento era la Unión Africana. Ahora también perdió ese apoyo.
Actualmente, al menos 34 países, de los 54 estados que integran el Continente Africano no reconocen a esta entidad.
Incluso de los 26 países que apoyaron el ingreso de la RASD a la OUA, en 1984, hoy sólo una escasa decena de estados siguen manteniendo ese apoyo.
Es que nadie puede creer realmente que un conjunto de jaimas perdidas en la hamada argelina, cuyo único sostén es la ayuda humanitaria que le proporcionan la ONU y la Europa comunitaria, y que carecen de lo más elemental (hasta de agua potable) puede constituir un estado soberano es una fantasía o una burla cruel.
Es por ello, que en un acto de marcado realismo político, muchos estados están cortando sus vínculos con el Frente Polisario. Está pérdida de apoyos internacionales  no se reduce tan sólo a África, es una clara tendencia mundial. Desde el año 2000, 36 países retiraron su reconocimiento al Estado fantasma.
Otro factor que contribuirá al mayor deterioro de la posición internacional del Frente Polisario es la nueva jefatura de la organización separatista. La muerte del líder histórico, Mohamed Abdelaziz, y su reemplazo por un dirigente como Brahim Ghali, sobre quien pesan acusaciones de todo tipo (desde terrorismo y transgresiones a los derechos humanos, hasta por la violación de una joven) harán más difíciles sus actividades diplomáticas. 
En un mundo cada vez menos gobernado por las ideologías, resulta evidente que la única voz del pueblo marroquí es su Rey. Por lo tanto, un grupo separatista, manipulado desde Argel, carece totalmente de representatividad real. El Frente Polisario sólo puede ejercer su autoridad sobre la población que retiene contra su voluntad en los campamentos argelinos de Tinduf. Aunque incluso allí está siendo seriamente cuestionado.

UN SERIO REVÉS PARA ARGELIA

El retorno de Marruecos a la Unión Africana no es sólo un fracaso estratégico para el Frente Polisario. Es por sobre todas las cosas una grave derrota diplomática de Argelia que señala su pérdida de liderazgo en África.

Con una jefatura envejecida y achacosa, cuestionada en los últimos años por los problemas económicos derivados del brusco descenso en los precios del petróleo y el gas, Argelia no fue capaz de bloquear el ingreso a esa organización de su tradicional rival regional.

A partir del retorno de Marruecos a la organización panafricana, la influencia argelina sobre la Unión Africana se verá drásticamente reducida. No sólo perderá un voto incondicional –el de su seudo estado satélite, la RASD-, sino que dejará de ser la principal voz del Magreb dentro de la Unión Africana.





martes, 12 de julio de 2016

LA DECADENCIA DEL FRENTE POLISARIO


La designación de un dirigente buscado por la justicia española como secretario general del Frente Polisario acelera el aislamiento internacional y la decadencia del grupo separatista 

UNA NOTICIA CONFIRMADA
La previsible designación del cuestionado Brahim Ghali como Secretario General del Frente Polisario es un claro indicio de que esta organización separatista ha iniciado un proceso irreversible de decadencia.
El lector recordará que, en junio pasado, al conocerse la muerte del secretario vitalicio de este grupo, el stalinista Mohamed Abdelaziz, anticipamos que Argelia impondría a su hombre, Brahim Ghali como sucesor. Ha sí lo ha hecho.
Nuestra anticipación fue certera. Poco le importó a Argelia que el nuevo secretario general sea una figura seriamente cuestionada, tanto fuera como dentro de la organización separatista. En Argel sólo interesa que el nuevo líder separatista acepte sus directivas sin realizar objeciones.
LOS CRÍMENES PENDIENTES
Sobre Brahim Ghali pesan imputaciones de todo tipo. Ha sido procesado por terrorismo, serias transgresiones a los derechos humanos e incluso por la violación a una joven saharaui. Ésta fue ultrajada por Ghali cuando intentaba obtener un permiso para dejar transitoriamente los campamentos argelinos respondiendo a la invitación cursada a ella por una ONG italiana.
Por eta última acusación, Brahim Ghali tiene pendiente un pedido de captura por parte de la justicia española que restringe notablemente sus actividades fuera de Argelia.
UN LIDERAZGO CUESTIONADO
Con casi setenta años de edad, Brahim Ghali, es parte de un liderazgo Polisario cada vez más gerontocrático. Los jóvenes revolucionarios de los setenta se han transformado, con el paso de los años, en un conjunto de ancianos aburguesados, atrincherados en sus privilegios y solo interesados en disfrutar del dinero que han acumulado robado la ayuda humanitaria enviada a su pueblo.
Este liderazgo, disciplinado a través de tiempo por Argelia, se ha anquilosado en un rancio discurso ideológico que sólo despierta algunas simpatías en Cuba, Venezuela o los trasnochados españoles de Podemos.
Pero, las nuevas generaciones de marroquíes, obligados a vivir en los campos de Tinduf, son impermeables a este discurso.
Para esos jóvenes, la ideología pasa a un segundo plano cuando su realidad transcurre en la miseria más absoluta de la hamada argelina sin ninguna esperanza de que su situación mejore.
UN LARGO CAMINO DE DERROTAS
En verdad. ¿Qué puede mostrar, como un avance o un logro, el Frente Polisario después de unos cuarenta años de confrontación con Marruecos? ¡Nada! ¡Absolutamente nada! No ha logrado conquistar ni un metro del Sáhara marroquí. También fracasó en sus intentos de obtener apoyo internacional para su causa.
Hasta las Naciones Unidas no han encontrado una solución aceptable al conflicto en el Sáhara. La única propuesta realista ha sido “La Iniciativa para la Negociación Autonomía en la Región del Sáhara”. Ha sido presentada por Marruecos, en abril de 2007, y desde entonces el Polisario se niega siquiera a discutirlo.
PERDIDA DE APOYOS INTERNACIONALES
Incluso los intentos del Polisario de obtener reconocimiento internacional, para la inexistente República Árabe Saharaui Democrática (RASD), han sido otro notorio fracaso.
Los pocos países que en algún momento reconocieron a ese seudo estado están cambiando gradualmente de posición. Hace un par de años fue Paraguay, recientemente hizo otro tanto Zambia, que rompió con los separatistas para reforzar sus vínculos con Marruecos. Es un claro ejemplo de que la RASD no convence a nadie.
Otra clara evidencia de la pérdida creciente de apoyos internacionales que sufre el Frente Polisario se evidenció al momento de la muerte de Mohamed Abdelaziz. Ningún jefe de Estado –ni siquiera de África- asistió al sepelio y la única representación diplomática fue de embajadores acreditados en Argel, sobre quienes la cancillería argelina ejerció presiones para obtener su concurrencia.
En este desfavorable panorama internacional, la designación de un hombre requerido por la justicia bajo la acusación de crímenes comunes, Brahim Ghali sin duda aumentará la decadencia y el aislamiento del Frente Polisario.

Esta organización debe desaparecer para que todos los marroquíes retornen a su hogar nacional y vivan en paz y armonía en el Sáhara.