lunes, 26 de diciembre de 2016

AVANCE DEL NARCOTRÁFICO SUDAMERICANO EN ÁFRICA


Un operativo conjunto de las policías de Marruecos y España, frente a la costa marroquí del Sáhara, que terminó en la incautación de 2,6 toneladas de cocaína sudamericana, acrecentó la preocupación de los gobiernos europeos por la mayor actividad de organizaciones del narcotráfico en la región.

A principio del corriente mes de diciembre, la Dirección General de Seguridad del Territorio (DGST) de Marruecos y la Policía Nacional de España llevaron a cabo un operativo conjunto contra las mafias del narcotráfico que comercializan cocaína sudamericana, a través de África y con destino final en Europa.

La operación permitió la captura de un embarque de 2.575 kilogramos de cocaína que se encontraba a bordo de un pesquero marroquí que operaba en aguas de este país frente a la ciudad de Dakhla, en la costa del Sáhara. También resultaron detenidas 18 personas en Marruecos y seis en España, entre estas últimas, un funcionario perteneciente a la oficina comercial de Colombia en Madrid.

La organización de narcotraficantes tenía un marcado carácter internacional debido a que sus operaciones abarcaban tres continentes. Además, estaba constituida por individuos pertenecientes a las FARC, mexicanos del Cartel de Sinaloa, narcotraficantes gallegos y marroquíes que traficaban con drogas desde Surinam.

La organización criminal desarticulada poseía gran capacidad económica y logística que le permitía operar con un abundante despliegue de medios, en especial barcos, para traficar cocaína por vía marítima, realizando trasbordos empleando hasta tres o cuatro embarcaciones en forma simultánea.

En este caso, la droga arribó a la zona del Golfo de Guinea en una embarcación sudamericana, siguiendo lo que la DEA estadounidense denomina la “Highway 10”, en referencia al paralelo 10, al norte de la línea del Ecuador. La ruta más corta que cruza el Atlántico y que usualmente emplean los narcotraficantes latinoamericanos para trasladar drogas de Colombia, Surinam o Brasil a las costas de Guinea y Guinea Bissau.

En el Golfo de Guinea, la droga fue trasbordada a un pesquero marroquí que navegó recorriendo las costas de Mauritania y Marruecos con rumbo a España. El pesquero fue interceptado por dos lanchas patrulleras y un helicóptero marroquíes frente a las costas de la ciudad turística de Dakhla. Al abordarlo las autoridades encontraron el cargamento de drogas, diez mil euros y diversa documentación.

Este operativo exitoso es una confirmación de que las rutas del narcotráfico operan activamente a través de África. Desde hace dos décadas los carteles sudamericanos de la droga han consolidado gradualmente la “ruta africana” para sus embarques con destino a Europa. Esto implicó el abandono de la “ruta del mar del Norte”, en el Atlántico, debido a las duras condiciones climáticas en ese mar y la “ruta mediterránea” por estar mucho más controlada, en especial en el Estrecho de Gibraltar.

Los carteles funcionan como empresas comerciales y van adaptando sus estrategias a las circunstancias. Hoy estas favorecen a la ruta que pasa por el África Occidental.

Si bien las rutas africanas de la droga no son un fenómeno nuevo, la creciente preocupación por controlar estas rutas llega de la mano del incremento de los volúmenes -se estima entre 35 y 45 toneladas de drogas anuales-, que llegan a Europa a través de ellas y de los cada vez más fluidos vínculos entre narcotraficantes, milicias separatistas y grupos del terrorismo yihadista.

Según estimaciones de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD), la cocaína traficada a través de África Occidental alcanza un valor de dos mil millones de dólares anuales, mucho más que el PBI de algunos países de la región.

Según opinión de Pierre Lapaque, representante regional de la ONUDD para África Occidental, el continente africano ofrece grandes facilidades para el accionar de los carteles de la droga. Allí hay Estados Fallidos con escaso o nulo control territorial, extensas fronteras desérticas, fuerzas de aplicación de la ley escasamente profesionales y capacitadas, altos niveles de corrupción gubernamental y proliferación de grupos armados necesitados de financiamiento, etc.

Como ocurre siempre que un país o una región se convierte en zona de tránsito de la droga, una parte sustancial de la misma se comercializa en el lugar para financiar la operación de traslado de la misma y al mismo tiempo ampliar el mercado de consumo local.
“África está destinada a convertirse en el mercado a futuro para las drogas sudamericanas”- asegura Pierre Lapaque.

Explicando su afirmación, el funcionario francés de la ONUDD con sede en Dakar explicó: “El perfil del consumidor de drogas es el de un hombre de 25 años o menos. Ahora que los mercados estadounidense, canadiense y europeo están completamente saturados, los beneficios y el crecimiento son limitados, y a los narcotraficantes les cuesta cada vez más encontrar compradores potenciales. Así que han tenido que buscar en otros lugares en busca de mercados incipientes. En el futuro, el negocio de la droga se desarrollará en zonas donde una gran parte de la población tiene 25 o menos años y cuyo poder adquisitivo ha crecido. Así que están apuntando a África. Hoy, la mitad de la población que vive en África tiene menos de 25 años. Y teniendo en cuenta que se trata de un mercado emergente, el consumismo ha aumentado tanto como el acceso a las drogas ilegales. Es un mercado económico con un potencial descomunal; parece evidente que África podría convertirse en el mercado del futuro para las drogas ilegales.”

En opinión del jefe de la oficina regional de la OUNDD, todos los grupos armados que operan en la región: AQMI, Daesh, Frente Polisario, Ansar Al Dine, Al Mourabitoun, etc.; están implicados de una forma u otra y a distintos niveles con las actividades del narcotráfico.

Una muestra de la creciente preocupación por la expansión del narcotráfico en África Occidental, son las declaraciones efectuadas por la ministro de Seguridad de Argentina, Patricia Bullrich, afirmando que “servicios de inteligencia de otras naciones nos confirmaron que los grupos del narcotráfico pagan peaje a los grupos terroristas africanos para llevar a cabo sus operaciones de tráfico a través del territorio sujeto a su control.”

Esperemos que las autoridades, al tomar conocimiento de la expansión de esta actividad criminal, actúen en consecuencia para controlar la cada vez más importante autopista del narcotráfico a través de África.

En especial, para impedir que los grupos separatistas y terroristas se fortalezcan con los cada vez más prósperos negocios del narcotráfico en la región.    



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