sábado, 31 de octubre de 2015

LOS DILEMAS DE DANIEL SCIOLI


 

Los resultados de los comicios del 25 de octubre último evidencian la profundidad de la grieta que divide a la sociedad argentina y que en la misma rige un amplio hartazgo que anuncia el fin de una época que en realidad se inició con el derrocamiento de Fernando de la Rúa por una alianza informar de caudillos provinciales peronistas con sectores del alfonsinismo. Al mismo tiempo estos resultados han llevado al candidato del Frente para la Victoria a enfrentar un dilema existencia: presentarse o no a la segunda ronda electoral.

La estrategia del candidato de Cambiemos, Mauricio Macri, fue siempre llegar a la segunda vuelta para aglutinar a todos los sectores opositores que aspiraban a un cambio de los elencos políticos y de las políticas públicas de los últimos doce años de la agotadora autocracia kirchnerista.

En consecuencia, Macri siempre pensó en el ballotage y se preparó mentalmente para la misma. Su festejo al conocerse los primeros resultados se debía más al hecho de que habría segunda vuelta que a la reducida distancia que lo separaba en los guarismo del candidato oficial. Su negativa a aceptar cualquier acuerdo previo al comicio con el otro candidato opositor, Sergio Massa, se basaba precisamente a ese planteo estratégico.

El asesor de campaña de Cambiemos, el ecuatoriano Jaime Duran Barba habría insistido en que frente a un ballotage, el electorado se vería forzado a una alternativa de hierro: elegir entre el oficialista Scioli o el opositor Macri. Es decir, entre el continuismo y el cambio. En ese escenario serán los votantes y no los acuerdos entre dirigentes políticos quienes definirán al próximo presidente de los argentinos.

En otras palabras, Macri cifró todas sus esperanzas de alcanzar la presidencia en un triunfo en segunda vuelta, en consecuencia ha previsto una estrategia y los recursos humanos y económicos para llevarla a cabo.

Por lo tanto, para Macri los resultados del domingo significaron una clara victoria –aún cuando en realidad salió segundo- y así lo ha vivido tanto él como sus partidarios. En Cambiemos se sienten ampliamente triunfadores y van por más.

El kirchnerismo, por el contrario, cifraba todas sus esperanzas en obtener una clara victoria en la primera vuelta contra una oposición dividida, tal como había ocurrido en los comicios presidenciales de 2003, 2007 y 2011. Contaba para ello con todo el peso del aparato informativo y publicitario manos del Estado. Además partía de un piso electoral de aproximadamente el 27% del electorado, conformado en su mayor parte por la adhesión que lograba entre los beneficiarios de la ayuda social, entre los jóvenes votantes de menor experiencia y de todos aquellos que obtuvieron empleos estatales y otras ventajas en la llamada década ganada.

Este piso electoral parecía suficiente para superar el 40% de los votos y mantener una distancia de más de diez puntos del más inmediato competidor.

En pos de tal objetivo, Cristina Kirchner forzó a los miembros de La Campora y a los sectores más radicalizados que la apoyan a aceptar a un candidato presidencial que no sentían como propio pero que parecía capaz de aportar la suficiente cantidad de votantes independientes como para asegurar el triunfo en la primera vuelta. El gobierno sabía que debía tratar de evitar una segunda vuelta en la que el voto opositor se unificaría.

En consecuencia, al no alcanzar este objetivo, tanto Daniel Scioli como todo el kirchnerismo se sintieron derrotados y así lo transmitieron a la sociedad. Es que no sólo debían ir a una segunda vuelta –la primera que se llevara a cabo en la historia argentina- sino que el candidato oficial fue derrotado claramente en su propio distrito –allí donde se sitúa el 38% del electorado-, el cual gobernó los últimos ocho años. El peronismo no perdía en la provincia de Buenos Aires desde el año 1983.

Por otra parte, mientras Mauricio Macri es el líder indiscutido de Cambiemos. Scioli no conduce al peronismo histórico, ni mucho menos al kirchnerismo. Tampoco cuenta con la adhesión de un bloque de legisladores o un conjunto significativo de intendentes bonaerenses que sigan sin retaceos sus directivas.

Es más, Scioli se ve obligado a organizar su repliegue del gobierno bonaerense dejando en su reemplazo a un opositor que seguramente posará su ojo crítico sobre la gestión pasada en búsqueda de irregularidades. También debe encontrar la forma de contener y evitar la espantada de los cuadros políticos que pierden sus cargos y prebendas la provincia y las intendencias sin tener la certeza de que encontrarán una alternativa en un futuro gobierno nacional. Simultáneamente, Scioli debe enfrentar una nueva elección donde el único candidato será él y en la cual el pronóstico inicial no se presenta como muy halagador.

La pregunta clave consiste en saber si Scioli cuenta con la presencia de ánimo suficiente para triunfar en esta nueva contienda e incluso si posee los recursos financieros y los apoyos políticos suficientes para librar con posibilidades de éxito una lucha a cara o cruz por la presidencia.

Incluso es un interrogante cuál será la actitud que adoptará Cristina Kirchner. La primera mandataria saliente nunca contó entre sus afectos al mandatario bonaerense y mucho menos a su esposa, Karina Rabollini, con quien mantiene una sórdida rivalidad femenina.

No se fía de su candidato y por ello intentó rodearlo de sus más incondicionales seguidores –especialmente Carlos Zannini y Aníbal Fernández- para asegurarse que una vez presidente Scioli no se apartase de sus directivas, le asegurase impunidad en las múltiples causas penales que tiene abiertas en la justicia y le guarde el “sillón de Rivadavia” hasta su eventual regreso en 2019.

El apoyo de Cristina al motonauta durante la campaña electoral fue a cuenta gotas y con marcadas reticencias. La presidente no ahorró a su candidato desaires y humillaciones. Muchas veces guardó un silencio cómplice cuando sus más fieles partidarios punzaban al gobernador con comentarios hirientes. Ahora se encuentra a mitad del río y enfrenta la alternativa de acompañar a su candidato en una posible derrota o tomar una relativa distancia de él, preservando su imagen de candidata nunca derrotada para competir por la presidencia nuevamente en el 2019.

Finalmente, el candidato presidencial del Frente para la Victoria debe resignarse a la incertidumbre que le genera saber cuál será el comportamiento final de los gobernadores e intendentes peronistas y de los militantes de La Campora.

El 22 de noviembre nadie se juega su suerte política salvo Daniel Scioli y Mauricio Macri. Tal como hemos señalado, Macri cuenta con un aparato político propio no dependiente del control del Estado o del apoyo de otro líder político.

La estructura que apoya a Scioli no le es propia, se encuentra en otras manos –ya sea de los tradicionales caudillos peronistas o de Cristina Kirchner-, además es extremadamente dependiente del flujo de dinero que aporten quienes dirigen la campaña a nivel nacional y de la credibilidad de las promesas de cargos públicos en una futura administración sciolista. Si alguno de estos componentes falla nadie sabe con certeza si este aparato –con sus punteros, fiscales y aparato de prebendas, medios de transporte gratuitos para los electores, los incentivos económicos a los votantes y otras corruptelas habituales en el comportamiento electoral del peronismo- se pondrá realmente en marcha  o tan sólo harán una presencia formal en los comicios.

El delicado balance de todos estos aspectos y las conclusiones a que arribe el candidato oficial determinará, pese a todas las declaraciones previas, si finalmente competirá en el ballotage o se retirará para negarle a Mauricio Macri una clara victoria.

viernes, 30 de octubre de 2015

ACTIVIDADES TERORISTAS DE ANSAR AL DIN EN ARGENTINA


 
En el día de la fecha ha circulado en los medios informativos y supuesto documento interno de la Dirección de Inteligencia Criminal del Ministerio de Seguridad donde se alertaría sobre actos terroristas del grupo salafista “Ansar Dine” franquicia de Al Qaeda en el Magreb Islámico.

Al respecto quiero recordar la caracterización que hiciera de esta organización en mi libro “Geopolítica del Sáhara-Sahel”: Ansar al Din: (Defensores de la Fe) Se trata de un movimiento yihadista salafista creado por Iyad Ag Ghaly, un líder tuareg ifora, del clan de los Irayakanes, también conocido como Abu Al-Fadl.

Nacido en la región de Kidal, en proximidades de la frontera entre Mali y Argelia, es bajo de estatura, con larga barba negra y semblante adusto. Entre los tuaregs se lo considera un erudito y un noble respetado y consultado por la comunidad, que lo apoda el León del Desierto.

Hijo de ganaderos, apasionado por las carreras de camellos en su juventud, Iyad Ag Ghali desarrolló entre otras actividades la de mecánico y empleado administrativo en Libia y Argelia. En 1988 fundó el Movimiento Popular para la Liberación de Ghaly de Azawad, que acaudilló la rebelión de 1990 a 1996. En la noche del 28 de junio de 1990, Yyad ag Ghaly dirigió los ataques del Movimiento Popular para la Liberación de Azawad (MLPA) en Tidemèn y Menaka (en el extremo Este) que originaron la muerte de dieciocho personas, incluidos cuatro soldados de Mali. Con estas incursiones nocturnas comenzaron las rebeliones tuaregs en el norte de Mali. Desde 1991 hasta la tregua formal con el gobierno de Mali, en 1996, Iyad Ag Ghaly lideró el grupo más radical del MPLA y fue el quien firmó los Acuerdos de Tamanrasset, en Argelia, en nombre del pueblo tuaregs que luchó por su independencia. En 2003, tuvo una participación decisiva en la negociación que llevó a la liberación de catorce turistas alemanes secuestrados por los salafistas argelinos del Grupo Salafista para la Peregrinación y el Combate (GSPC).

A finales de 2011, Iyad Ag Ghali intentó asumir el liderazgo del grupo tuareg Kel Adagh, pero fracaso. Incapaz de asumir el liderazgo pleno del Movimiento Nacional para la Liberación de Azawad en la rebelión creó su propia organización salafista. Así, se dio a conocer como líder de Ansar al Din al iniciarse la rebelión tuareg de marzo de 1212.

Iyad Ag Ghali inspira su salafismo en los principios del movimiento paquistaní Tablighi Jama’at. Estuvo en Pakistán en el 2000 donde descubrió su verdadera fe. Su principal preocupación no es el crear un estado tuareg sino la aplicación de la sharia o ley islámica. Los combatientes de Ansar al Din llevan largas barbas y banderas negras con el “Shahada” –credo islámico inscrito en blanco.

El 3 de abril de 2012, Iyad Ag Ghaly, en una entrevista radial en la recientemente capturada ciudad de Tombuctú, anunció la imposición de la sharia, el velo a las mujeres, y la aplicación de brutales castigos tales como la lapidación a los adúlteros, y la mutilación punitiva de ladrones y blasfemos. El anuncio causó que casi la totalidad de la población cristiana de la ciudad huyera hacia Burkina Fasso.

Ansar al Din tiene su base principal entre los miembros de la tribu Ifora de la parte sur del territorio tuareg. Se lo ha relacionado con la organización Al Qaeda del Magreb Islámico porque su líder Iyad Ag Ghali es primo del comandante de AQMI, Hamada Ag Hama. Al declarar su obediencia a Al Qaeda su preocupación principal pasó a ser la yihad global aunque para financiar sus actividades proselitistas continua con sus antiguos negocios.”

Como puede apreciarse este grupo terrorista sólo opera en Malí y a lo sumo desarrolla alguna actividad terrorista en la inestable región del Sahel. Se especializa en el contrabando de armas, cigarrillos y combustibles como así también en el secuestro de europeos que viajan por el Sahel. Sus miembros pertenecen casi exclusivamente a la tribu Ifora.

Por lo tanto, parece poco probable que desarrolle algún tipo de accionar fuera del continente africano porque carece de capacidades para ello. Al mismo tiempo, es difícil –sino imposible- encontrar alguna motivación por la cual este grupo realizaría atentados terroristas contra centros de compras en Argentina.

Esto lleva a pensar que el documento es apócrifo. Que quienes lo redactaron conocen muy poco de las características de este grupo salafista y que tan sólo emplearon su nombre para difundir el rumor sobre posibles atentados porque les sonaba bien.

En consecuencia podría atribuirse todo el asunto a una campaña de acción psicológica destinada a sembrar el temor en la población en la etapa previa a la segunda vuelta en la elección presidencial y desalentar a posibles inversores extranjeros dispuestos a apostar por el país en la nueva etapa que se abrirá a partir del 10 de diciembre.

 

lunes, 26 de octubre de 2015

FINALMENTE EL PUEBLO LO DIJO: EL REY ESTÁ DESNUDO


 
El resultado electoral del pasado domingo 25 de octubre más que consagrar el pírrico triunfo del candidato oficial, Daniel Scioli, o la derrota con gusto a triunfo del opositor Mauricio Macri marca el fin de una época.

El 65% del electorado expresó el hartazgo del electorado con el gobierno de Cristina Kirchner y el agotamiento del tan mentado modelo productivo de matriz diversificada con inclusión social, que no ha desarrollado nada ni parece haber incluido realmente a nadie.

El resultado de los comicios deja algunas reflexiones importantes. En primer término resultó una falacia la afirmación de que una larga década de kirchnerismo y de adoctrinamiento seudochavista habían provocado un desplazamiento irreversible del electorado argentino hacia posiciones de izquierda.

Tampoco era cierto que la gente se encontrara anestesiada por los planes sociales y la financiación en doce cuotas de los gastos con tarjetas de crédito y que le fuera indiferente el enriquecimiento descarado de los funcionarios públicos, la corrupción e impunidad de los políticos oficialistas y el avance del narcotráfico en el país.

El electorado mostró su hartazgo ante los reiterados monólogos y el histrionismo presidencial en las innumerables cadenas nacionales, el descaro del Jefe de Gabinete afirmando que Argentina tiene menos pobres que Alemania, las estadísticas adulteradas del INDEC, la soberbia de la militancia prevendataria de La Campora y el nepotismo descarado.

Finalmente, la opinión pública mostró su rechazo al creciente culto a la personalidad y la obsecuencia almibarada de los corifeos del Gobierno que, a través de programas  como 6, 7, 8; los foros de autoproclamados intelectuales como Carta Abierta, los sermones radiales de Víctor Hugo Morales y los comentarios destemplados de Estela de Carlotto, dictar cátedra de moral.

También agotó la verborragia de personajes oportunistas que destinan continuamente sobre la sociedad un odio sin sentido, como el pro iraní Luis D´Elia o la esperpéntica Hebe de Bonafini.

Los argentinos rechazaron también la idea de un país aislado internacionalmente, que parece haberse caído del mundo, solo vinculado con los estados y personajes que son auténticos parias en el sistema internacional.

Finalmente, el pueblo pareció decir basta a un régimen corrupto que amparándose en un supuesto progresismo se apropió del Estado para el beneficio y la impunidad de unos pocos que explotan las urgencias de los más necesitados para perpetuarse en el poder mientras intentan tergiversar la historia y hasta desvirtuar la misma defensa de los derechos humanos involucrando a sus organizaciones en estafas inmobiliarias.

El domingo estalló en pedazos la creencia de que el aparato clientelar y de fraude electoral montado por los intendentes bonaerenses no podía ser derrotado. Los principales barones del conurbano perdieron sus cargos y la oposición se impuso en 64 de las 135 intendencias permitiendo que, después de 24 años de gobierno ininterrumpido del peronismo, una mujer no peronista ocupara el sitial de Dardo Rocha en la ciudad de La Plata.

Los resultados de los comicios fueron también un llamado de atención para el peronismo que gobernó durante 24 años y medio de los treinta y dos que tiene la actual etapa democrática. Durante esos años, el peronismo se mostró incapaz de aportar soluciones de fondo para las principales carencias económicas y sociales que sufre un tercio de la población argentina ni encontrar la forma de encauzar a la tambaleante economía del país.

Lo cierto es que el electorado parece haberle retirado su confianza al gobierno y al peronismo y apostado por una renovación de los elencos gubernamentales buscando mayor eficacia en la gestión, un claro espíritu republicano y nuevas ideas.

Por último, Mauricio Macri demostró que era posible crear un nuevo partido político y gestar una renovación de la clase política desde cero, sin apelar a un desgajamiento del radicalismo o el peronismo y competir con éxito frente a los partidos históricos.

Aunque no todo está dicho, aún falta definir quién presidirá al país en los próximos cuatro años, en una reñida segunda vuelta electoral.

No obstante, debemos señalar que los recientes comicios han arrojado un escenario político muy similar al de la elección presidencial de 2003, donde el ganador se impuso por muy escaso margen sin posibilidad en la segunda vuelta de sumar el apoyo de sectores sustanciales del electorado. En tanto que el candidato situado en segundo lugar, era derrotado por muy pocos votos, si se encuentra en capacidad de consistar el apoyo de los votantes que eligieron a otros candidatos en la primera ronda electoral.

Por lo tanto, no es demasiado aventurado el esperar que Daniel Scioli finalmente realice un acto de realismo político y resigne una candidatura sin reales posibilidades y les ahorre a los argentinos el costo de una nueva elección que ratifique lo ya decidido.

sábado, 24 de octubre de 2015

LA PRESENCIA INDIA EN LA GEOPOLÍTICA DE ÁFRICA


 
FORO INDIA – ÁFRICA

Entre el 26 y 30 del corriente mes, en el Complejo – Estadio Indira Gandhi de Nueva Delhi, tendrá lugar la “Tercera Cumbre del Foro India – África”, de la cual participarán 53 países africanos, India y observadores internacionales como Brasil.

El Foro constituye el mayor esfuerzo diplomático llevado a cabo por la India para incrementar su influencia en el continente africano.

En las últimas décadas, el ascenso de la India como actor global es uno de los hechos más impactantes de la política internacional, es por ello que cabe preguntarse cuáles son los intereses de la potencia asiática en África.

SOFT POWER Y PRESENCIA COMERCIAL

Comenzaremos mencionando que, la costa este de África es de gran importancia geoestratégica para la India que busca incrementar su presencia visible en las aguas del océano Índico. Un escenario marítimo donde cada vez más aumenta el número de naves indias, especialmente en la costa de Mozambique, navegan bajo el argumento de prevenir las acciones de piratería.

Aunque hay más pobres en India que en toda África y el promedio del producto interno per cápita del continente es doscientos dólares más alto que el del país asiático. No obstante, desde la Segunda Cumbre del Foro India – África, de 2011, este país ha otorgado 25.000 becas de estudios a las naciones africanas. También se instalaron tres centros de formación profesional, financiados por la India, en Burundi, Etiopía y Ruanda.

Además, India ofreció 7.400 millones de dólares en líneas de créditos muy favorables y hay 140 proyectos de desarrollo sostenidos por ayudas de este programa, en curso en 41 países.

La generosidad de India responde más a intereses económicos y políticos que a razones humanitarias. La ayuda para el desarrollo es un instrumento para incrementar el poder blando de India y reducir las prevenciones de los gobiernos africanos frente al creciente interés indio en los recursos naturales del continente.

Con una población de más de mil doscientos millones de almas, la India posee menos del 0,5% de las reservas mundiales comprobadas de petróleo y se espera que agote sus existencias de carbón en las próximas décadas. Es por ello, que la India, a punto de convertirse en la tercera economía mundial, se verá pronto obligada -para no tornarse en excesivamente dependiente de los abastecimientos provenientes de los países cada vez más inestables de la región de Medio Oriente-, a importar 55 veces más petróleo proveniente de África.

Al mismo tiempo, India requiere del apoyo diplomático de los países de África si pretende obtener un asiento en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Aunque al día de hoy no se ha establecido ni el plazo ni el procedimiento de reforma del Consejo de Seguridad, el llamado “Bloque Africano” reúne cincuenta votos en la Asamblea General de la ONU. Esos votos son esenciales para alcanzar los dos tercios necesarios para aprobar la reforma. Además, otros aspirantes a ocupar el codiciado asiento –como Brasil o Sudáfrica- también competirán por el voto africano.

NEGOCIOS COMPARTIDOS

Para forjar una sólida alianza con los países de África, la India debe incrementar aún más sus lazos económicos con la región. Es por ello que el comercio indo-africano ha crecido en forma exponencial en la última década hasta alcanzar los 93.000 millones de dólares en 2013. El país asiático también ha suscripto acuerdos comerciales bilaterales con más de veinte naciones africanas. Sus inversiones crecieron en sectores como las telecomunicaciones, la tecnología de la información, la energía y la fabricación de automotores. El sector privado indio invirtió 10.000 millones de dólares en infraestructura y otras obras de África desde 2008.

Por ejemplo, el grupo Bhrati emprendió once proyectos nuevos de inversión en Nigeria y Uganda en 2014, además de sus inversiones existentes en Burkina Faso, Chad, República Democrática del Congo, República del Congo, Ghana, Kenia, Madagascar, Malawi, Seychelles, Sierra Leona, Tanzania, Zambia y Uganda.

No obstante, las nuevas inversiones de India en África ascendieron a 1.100 millones de dólares, frente a los 6.000 millones de dólares que invirtió China su rival regional en 2014, según el Informe Mundial de Inversiones de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo para 2015.

Como señalan Emma Hawdsley y Gerard McCann en su libro: “India in Africa. Changing geographies of power”: “China es indudablemente un jugador más potente que India en la mayoría de los países y sectores africanos”. Precisamente la mayor presencia de la India sirve a los países africanos para balancear la influencia comercial y política de China.

Las exportaciones africanas podrían elevarse hasta alcanzar en el futuro los 120.000 millones de dólares, suponiendo que la demanda india de minerales y combustibles africanos no disminuya. África actualmente suministra alrededor de un quinto del total de las importaciones de petróleo de la India –una cifra que no parado de incrementarse desde que partió de cero en 2005-.

El superávit comercial de África con India está aumentando rápidamente, aunque impulsado en gran cantidad por una estrecha gama de proveedores y de materias primas. Los seis principales exportadores africanos a India son: Nigeria, Sudáfrica, Angola, Egipto, Argelia y Marruecos. Estos países proveen el 89% del total de las exportaciones africanas –en valor- a este país.

UNA PRESENCIA DESTACADA

La Tercera Cumbre del Foro India – África constituye el mayor evento del Diálogo Sur – Sur, al que asistirán más de cuarenta Jefes de Estado y de Gobierno.

Pero una presencia despierta especial interés, la del rey de Marruecos, Mohammed VI, actualmente el líder africano más prestigioso, quien encabezará una nutrida delegación marroquí integrada por altos funcionarios gubernamentales y destacados hombres de negocios.

En la actualidad, Marruecos es el país más estable, con mayor desarrollo institucional y la economía más sólida del Norte de África. Además, de ser el más importante de los socios comerciales de la India que no exportan petróleo.

Aunque no es una nación productora de petróleo, su sólida economía y sus desarrollos de avanzada en el campo de las energías no renovables y la prevención del cambio climático convierten a Marruecos en la voz más autorizada –y la más escuchada- no sólo del Norte del continente sino de toda el África Atlántica. Es el principal interlocutor de África con la Europa comunitaria y ahora también con los países de Asia.

Es por ello que los analistas están particularmente interesados en conocer las actividades que Mohammed VI desarrollará en esta cumbre.

jueves, 15 de octubre de 2015

DISERTACIÓN DEL AUTOR EN EL 4TO. COMITE DE DESCOLONIZACIÓN DE LAS NACIONES UNIDAS

 
Todos los años al llegar el mes de octubre la Organización de Naciones Unidas reúne a su 4to Comité para tratar la descolonización de 17 territorios en disputa entre los cuales se encuentran las Islas Malvinas y las provincias marroquíes que constituyen el Sáhara Occidental.
En esa ocasión, los miembros del Comité escuchan la opinión que sobre los distintos conflictos de soberanía expresan diversos de expertos en política internacional, miembros de ONGs dedicadas a la defensa de los derechos humanos y otras personas interesadas en el tema.
Desde hace un par de años concurro a este Comité para expresar mi opinión con respecto al conflicto que afecta a una parte del territorio marroquí. Lo que sigue es el texto de mi intervención en este foro internacional el pasado martes 13 de octubre de 2015.  
Señor Presidente:
Tengo la distinción de exponer libremente mi opinión ante esta Honorable Comisión como académico y politólogo argentino.
El Conflicto del Sáhara está por cumplir cuarenta años. A lo largo de esas cuatro décadas, el Frente Polisario y sus mentores argelinos han sido un obstáculo permanente para la estabilidad y el desarrollo de la región bloqueando por consiguiente todos los esfuerzos para solucionar este diferendo.
Este movimiento separatista que incita desde hace años a la violencia y amenaza con el retorno a las armas, detiene con engaños y por la fuerza a una parte de la población de la región en condiciones infrahumanas en miserables campamentos dentro del territorio argelino. 
Lo cierto es que la única propuesta realista para la solución de este conflicto ha sido aportada por Marruecos, en abril de 2007, cuando presentó la Iniciativa de Autonomía para la Región del Sáhara que recibió inmediatamente un amplio apoyo y consenso de la comunidad internacional y que constituye una garantía para la estabilidad en el Magreb, el desarrollo en África y la paz en el Mediterráneo.
Pero, también desde el primer momento, tanto el Frente Polisario como Argelia, se han negado sistemáticamente a discutir esta Iniciativa o aportar cualquier otro tipo de solución política realista para resolver el conflicto. Su única demanda es que Marruecos acepte todas sus irrisorias imposiciones separatistas.
Frente a esta actitud irreflexiva y criminal, es obligación de este Honorable Comité exhortar al Frente Polisario y a sus secuaces argelinos a deponer tal actitud encarando, de una vez por todas, negociaciones diplomáticas francas y honestas en base a la hoja de ruta establecida por la propuesta de Autonomía como única solución realista para este conflicto.
Todas las partes del conflicto deben aceptar la iniciativa presentada por Marruecos que garantiza una verdadera integración regional dado que el costo económico y de seguridad de la actual situación de inseguridad y disgregación resulta insostenible no solo para los países del Magreb sino para el conjunto de los países del continente africano y de la Unión Europea.
La Propuesta de Autonomía constituye igualmente una posición de avanzada contra la balcanización de la región y la irrupción de los focos de inseguridad, tales como el incremento de las amenazas terroristas en la región del Sahel. 
En este contexto, Argelia, debe contribuir seriamente a la promoción de la paz y la prosperidad en la región cesando todo apoyo económico, diplomático y militar al Frente Polisario que amenaza sistemáticamente la estabilidad de la región con la recurrente apelación a la violencia para lograr sus mezquinos objetivos.
El conjunto de la comunidad internacional debe estar consciente que la no aplicación del Estatuto de Autonomía como solución del conflicto, acrecentará aún más el sufrimiento de la población en Tinduf, permitirá la multiplicación de las diferentes actividades ilícitas llevadas a cabo por el Polisario y los demás grupos mafiosos locales y dejara abierta una “ventana de oportunidad” que puede ser aprovechada por el extremismo religioso para desestabilizar a todo el Magreb.
Permítanme desde este honorable instancia, hacer un llamamiento a la ONU y a la comunidad internacional para instar a Argelia y el Frente Polisario  a posibilitar  a los secuestrados en los campamentos volver a su madre Patria -Marruecos- para vivir allí dignamente entre sus familiares después de tantos años de separación y sufrimiento.