martes, 23 de junio de 2015

MARRUECOS RECIBE IMPORTANTE INVERSIÓN FRANCESA


Marruecos ha logrado atraer una importante inversión de 557 millones de euros aportados por la firma multinacional de capitales franceses PSA Peugeot Citroën con destino a la construcción de una importante fábrica automotriz.
La operación se concretó, el 19 del corriente, con la firma de un convenio entre Carlos Antunes Tavares, presidente de la empresa francesa y el ministro marroquí de Industria, Comercio, Inversiones y Economía Digital, Moulay Hafid Elalamy, en el Palacio Real de Huéspedes, en la ciudad de Rabat en presencia del Rey Mohammed VI de Marruecos.
En esa ocasión el ministro marroquí expresó: “Esta inversión industrial demuestra, una vez más, la idoneidad de nuestra política que favorece las inversiones de los más importantes fabricantes mundiales, lo que convierte a Marruecos en el principal enclave para el desarrollo de la industria del automóvil en el continente africano gracias a la existencia de un auténtico ecosistema automovilístico que dispone de todas las competencias necesarias en materia de fabricación, ingeniería y proveedores.”
La fábrica francesa se instalará en la localidad de Ameur Seflia, cerca de la costa atlántica, a unos setenta kilómetros de la ciudad de Rabat y dependerá de la plataforma industrial integrada de la Zona Libre Atlántica, en la región de Gharb Chrarda Bni Hssen.
La nueva instalación industrial deberá comenzar su producción en 2019, inicialmente fabricando anualmente unas 90.000 unidades y pronto acrecentaría su capacidad hasta alcanzar las 200.000 unidades según se incremente la demanda de vehículos en la región.
La estrategia de la firma francesa consiste en incrementar progresivamente la capacidad de producir vehículos dentro de la propia zona para satisfacer la demanda de los mercados de África y Oriente Medio, cuyo potencial se estima en unos ocho millones de vehículos, en 2025. PSA Peugeot Citroën aspira a abastecer ese mercado con un millón de autos al año.
El complejo industrial marroquí de PSA Peugeot Citroën producirá motores y vehículos del segmento “B y C”, es decir, los automóviles compactos y medianos, que la compañía considera la parte más rentable del mercado regional.
Cuando el complejo alcance su plena producción, generará unos 4.500 puestos de trabajo directo y 20.000 empleos indirectos. También permitirá el desarrollo de un área de investigación y desarrollo que ocupará a unos 1.500 ingenieros y técnicos superiores.
El proyecto francés se basa en el aprovechamiento de una extensa y diversificada red local de proveedores de equipamiento y piezas. Inicialmente la producción del complejo se abastecerá en un 60% con piezas fabricadas localmente, gradualmente esta proporción se incrementará hasta alcanzar el 80% en años futuros.
Pero la posibilidad de aprovechar la producción local de autopartes no es lo único que ha decidido a la multinacional francesa para realizar esta importante inversión en Marruecos. Francia se ha convertido en el principal inversor extranjero en Marruecos porque ha sabido reconocer que el reino magrebí ofrece grandes ventajas para los inversiones extranjeras; entre las que cabe citar: la estabilidad institucional, un sostenido crecimiento económico, acuerdos de libre comercio con otros países de la región, una estratégica posición geográfica y reformas estructurales que han generado un favorable clima de negocios en el país.
En este sentido podemos mencionar la existencia de una infraestructura de acogida de calidad (Plataformas Industriales Integradas) con costos competitivos y una excelente conectividad logística ferroviaria, de autopistas, portuaria y aeroportuaria, una hotelería de calidad y bien diversificada, así como una estructura de formación de recursos humanos para el sector automotriz conformada por cuatro establecimientos de capacitación, dos situados en la ciudad de Tánger y otros dos en Kenitra y Casablanca respectivamente.
No obstante, el factor que parece haber tenido mayor peso, entre los directivos de la multinacional francesa, al momento de decidir en el país donde radicar esta importante inversión, es el creciente protagonismo internacional de Marruecos.

El reino alauí ha expandido continuamente su ascendiente en África y en el mundo árabe en general, gracias a la hábil diplomacia que ha desplegado sin descanso el rey Mohammed VI, desde su ascenso al trono, que le ha brindado un gran reconocimiento internacional a su liderazgo. 

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