domingo, 31 de agosto de 2014


ESTABILIDAD Y CRECIMIENTO
El Reino de Marruecos, que actualmente desarrolla una activa política internacional buscando diversificar sus mercados de exportación y consolidarse como una potencia emergente en África, ha aplicado un “Plan de Despegue Industrial”, que entre otros logros ha convertido a la región de Tánger – Tetúan en el más importante polo de desarrollo del Mediterráneo Occidental.

Un emblema de este polo de desarrollo y del crecimiento económico del país ha sido la construcción del puerto de Tánger Med, situado a veinticinco kilómetros de la ciudad de Tánger, en la localidad de KsarSghi, dotado de una capacidad inicial para operar con tres millones de contenedores, pero que gradualmente se irá incrementando hasta alcanzar los ocho millones de contenedores hacia el año 2016.

Además, Tánger cuenta con cinco grandes zonas industriales que concentran la actividad productiva. La Zona Franca Tánger Free Zone, enteramente dedicada a la exportación; la Zona Franca de Melloussa, y la Zona Industrial de Tánger Med y las zonas industriales de la Mghogha, Gzenaya; y A Majd. En febrero de 2012 se inauguró la planta de Renault en Tánger que absorbe la producción de las fábricas de autopartistas de SNOP, Relats, etc.

Aproximadamente unas mil cuatrocientas empresas españolas y francesas se han instalado –o relocalizado sus inversiones- en esa región marroquí. A fines de 2012, España destinó cuatrocientos millones de euros a una línea de crédito orientado a financiar proyectos de empresas españolas en Marruecos.

Las características de la regulación laboral, el perfil de la obra y la cercanía con Europa han convertido a la región en un territorio privilegiado para la relocalización de los procesos de producción.

El proceso de crecimiento marroquí ha sido recientemente destacado por el director del Departamento del Magreb del Banco Mundial, Simón Gray, quien es una entrevista concedida al diario “Le Matin du Sahara et du Maghreb” afirmó: “En Marruecos, enormes progresos institucionales fueron realizados estas últimas décadas, y numerosas obras están en curso en el marco de la nueva Constitución” […] “Reforzando significativamente su capital humano e institucional, Marruecos podría realizar ganancias importantes en términos de productividad y acelerar su recuperación económica en comparación con los países más avanzados”.

EN BÚSQUEDA DE NUEVOS MERCADOS

El proceso de crecimiento en que está inmersa la economía marroquí demanda que el país aproveche todas las oportunidades y lleve a cabo una diversificación y ampliación de sus mercados de exportación.

A tal efecto está orientando su acción diplomática hacia el escenario del Asia – Pacífico, donde Rusia y China se están convirtiendo en un eje de desarrollo involucrado en grandes inversiones que demandan volúmenes crecientes de materia prima y productos elaborados.

Rusia en especial constituye un interesante mercado de 146 millones de consumidores para las exportaciones Marruecos. El reino alauí es el segundo cliente árabe de Rusia, después de Egipto, y Moscú es el quinto socio comercial de Marruecos, con un intercambio de aproximadamente 1.600 millones de euros, o sea el 1,7% del comercio internacional marroquí. Las exportaciones marroquíes a Rusia están dominadas principalmente por los cítricos, harina y aceite de pescado. En cuanto a las exportaciones rusas, se componen principalmente de petróleo crudo, carbón, el hierro y azufre en bruto.

Pero, un hecho reciente puede modificar esta relación comercial en favor del país magrebí. El pasado 7 de agosto, el presidente Vladimir Putin estableció un “embargo total” sobre muchos productos agroalimentarios provenientes de la Unión Europea, Estados Unidos, Canadá, Noruega y Australia en respuesta a las sanciones impuestas por estos países a Moscú por su papel en la crisis de Ucrania. Tan sólo las exportaciones europeas de productos agrícolas a Rusia fueron el año pasado de 11.800 millones de euros, o sea 9,9% del total de las exportaciones de la Unión Europea a este país. Ahora, Rusia deberá reorientar esas importaciones hacia otros proveedores.

La posibilidad de incrementar la participación marroquí en el mercado ruso llega en un momento en que Rabat se ha fijado el objetivo de aumentar, mediante el denominado “Plan Marruecos Verde”, su producción de cítricos hasta los 2,9 millones de toneladas para el 2018 e incrementar sus exportaciones hasta el 1,3 millones de toneladas. Recientemente, la FAO ha premiado a Marruecos por haber alcanzado, con sus planes de desarrollo “Marruecos Verde” y “Alientis”[i],“La Metas del Milenio” en la lucha contra la pobreza y el hambre, dos años antes del plazo fijado.

Hasta hace un tiempo, Marruecos había estructurado su política exterior orientándose tradicionalmente hacia la Unión Europea con quien mantiene un “Estatuto Avanzado” y donde se encuentran sus principales socios comerciales, y hacia los países que forman el “Consejo para la Cooperación del Golfo” donde suele encontrar buenas condiciones de financiamiento para sus inversiones en materia de obras públicas.

En los últimos tiempos, Mohamed VI ha mostrado la firme decisión de ampliar los vínculos diplomáticos y comerciales con otros países que pueden convertirse en importantes socios de Marruecos en sus planes de desarrollo económico. El monarca ha llevado a cabo una política exterior muy activa, especialmente en el África Subsahariana, con eje en los países francófonos de África del oeste, donde ha realizado dos de sus giras más importantes. Así lo ha destacado el propio Mohamed VI al señalar, en su discurso del “61º Aniversario de la Revolución del Rey y del Pueblo”, que “Marruecos ocupa el segundo puesto en tanto que país inverso en África” y que “es considerado como un enlace fundamental en la cooperación triangular y multilateral particularmente en lo que se refiere a la seguridad, estabilidad y desarrollo en África”.

Hace unos días, al pronunciar su discurso de la Fiesta del Trono, que conmemoró el pasado 30 de julio el 15º Aniversario de su coronación, el monarca reiteró su intención de ampliar la presencia de Marruecos en los mercados internacionales, especialmente de Rusia y China. Subrayó que pretende consolidar “las relaciones seculares” que unen a Marruecos con esos dos países “para reforzar la política de apertura y diversificación de socios” internacionales. Con ese objeto, Mohamed VI visitará Rusia en el mes de octubre a los efectos de impulsar la cooperación estratégica entre ambos países y luego hará lo mismo con China.

Marruecos puede proveer a Rusia de muchos otros productos además de los frutihortícolas pero para ello hay que remover algunos obstáculos como mejorar las rutas comerciales y ajustar los aranceles impositivos. Recientemente, por ejemplo, el presidente de la Asociación Marroquí de Exportadores, Hasan Sentisi, destacó que el país produce y vende a la Unión Europea zapatos que luego son reexportados a Rusia, si se mejoran los vínculos económicos se podrá eliminar la intermediación en beneficio de ambas partes. 

NO TODO ESTA HECHO

Este conjunto de buenas señales indican claramente que Marruecos se encuentra en el camino correcto en lo que hace a desarrollo económico, no obstante aún persisten problemas que deben ser corregidos para que el país pueda ingresar al exclusivo club de las potencias emergentes. Así lo ha reconocido el propio Mohamed VI, quien es su referido discurso del “61º Aniversario” señaló: “Es cierto que para sumarse al pelotón de los países emergentes se requiere la constante mejora del clima de negocios, especialmente avanzando en la reforma de la justicia y de la administración, luchando contra la corrupción y moralizando la vida pública, que consideramos como una responsabilidad que atañe a todos los componentes de la sociedad, ya sean ciudadanos o asociaciones y no como un terreno exclusivo del Estado.”

“De igual modo, es necesario consolidar el papel estratégico del Estado, en términos de control y regulación, a la vez que se han de acometer las grandes reformas, especialmente aquellas relativas al régimen de pensiones y al sector fiscal, y velar por la continua aplicación de los principios de buena gobernabilidad en todos los sectores.”

En otro párrafo, el rey hizo referencia a: “la seriedad y dedicación al trabajo que caracterizan a los marroquíes que, efectivamente, han dado prueba de su rendimiento y creatividad siempre que dispongan de los medios necesarios y de las condiciones adecuadas para desempeñar toda labor, cualquiera que fuera su índole o dimensión, tanto intelectual como manual, a pesar del problema de empleo.”

Finalmente, el monarca hizo referencia a los problemas de desigualdad en los ingresos que naturalmente suelen acompañar a todo proceso de crecimiento económico acelerado señalando que: “… no queremos un Marruecos con dos velocidades: una categoría de ricos que se beneficia de los frutos del desarrollo y no hace sino incrementar sus riquezas; y otra de pobres que permanecen fuera del progreso, acentuándose su pobreza y miseria.”

A MODO DE SÍNTESIS

Marruecos es el único país del Norte del MENA que actualmente goza de estabilidad y crecimiento que le permite claramente en la posibilidad de alcanzar la condición de “país de rápido crecimiento”. Este importante logro “… no es producto de la casualidad, sino más bien el resultado de una visión clara, de unas estrategias bien establecidas y del esfuerzo y sacrificio de todos los marroquíes conscientes.” Para decirlo en las palabras de Mohamed VI.

 



[i] PLAN ALIENTIS: constituye un plan de apoyo a la construcción de viviendas, la salud y la educación para los sectores menos favorecidos de la población marroquí.

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